jueves, 4 de diciembre de 2008

Televisión & alienación & régimen (II). Lealtad Integrada.


“Cultura de masas no es signo de una aberración transitoria y limitada, sino que llega a constituir el signo de una caída irrecuperable, ante la cual el hombre de cultura (último superviviente de la prehistoria, destinado a la extinción) no puede más que expresarse en términos de ApocaIipsis."

"En contraste, tenemos la reacción optimista del integrado. Dado que la televisión, los periódicos, la radio, el cine, las historietas, la novela popular y el Reader's Digest ponen hoy en día los bienes culturales a disposición de todos, haciendo amable y liviana la absorción de nociones y la recepción de información” Umberto Eco.


Cómo nos la clavó el traidor Caimán y su maquiavélico gabinete mal pensante dirigido a perpetuarse hasta el final de los tiempos. Con incisivo y afilado diente de cocodrilo, nos hincó el canino a los desinformados y adocenados extremeños con este despropósito comunicativo carente de crítica y autocrítica telesperpento regional.


No era suficiente tener secuestrados a la radio y la prensa regional. Canal Extremadura iba a ser la televisión de todos, la televisión creativa. El vehículo de expresión e información ideal de “todos” los extremeños. Han pasado casi tres años desde que iniciara su ilegal andadura y, de los creativos malpagados que empezaron para ayudarla a andar a golpe de miserable subcontrata, sólo quedan los que demostraron tragar con ruedas de molino, los más sumisos y serviles tras posicionarse donde querían, a quienes querían y copiar burdamente su talento e ideas.


Algunos, hasta nos lo llegamos a creer por las enormes ganas que teníamos de trabajar dignamente para nuestra desinformada tierra, e ignorantes de que cualquier televisión o medio, acaba indefectiblemente sucumbiendo (cuando no nace) a las depredadoras garras de la política y de sus grandes palabras y hueras promesas. Pepe Camello, sin duda el mejor (y quizá el único serio) analista extremeño de la televisión, escribía hace un tiempo en su blog La Verdad del Pajarito, que estas palabras extraídas de los principios básicos de Canal Extremadura se asemejaban a la definición de sarcasmo:“instrumentos fundamentales para facilitar la participación de todos los extremeños en la vida política, económica, cultural y social de Extremadura, así como servir de cauce para potenciar las peculiaridades del pueblo extremeño y el afianzamiento de la identidad extremeña, a través de la difusión, conocimiento y desarrollo de los valores históricos y culturales en toda su variedad y riqueza como base para el desenvolvimiento pleno de los derechos y libertades de los extremeños”.


Hoy estamos plenamente convencidos de que cuando estos hablan de todos, se refieren a su camarilla de leales apesebrados, los elegidos, los mejores, los talentosos, los que han pasado exitosamente por el lavado de cerebro que ha hecho de ellos unos borregos cuando antaño fueron verdaderas e íntegras personas, la élite informativa...los mediocres engreídos que creen que han sido tocados por la gracia divina y a los que su alto grado de vasallaje no les permite ver que los han convertido en simples marionetas descerebradas en manos de un poder político, al que sólo interesa remozar la hacienda y pavonear su mediocridad entre el pueblo al que, después de tantos años, sólo ven como una muchedumbre mansa a la que pueden manejar a su antojo y capricho, y surtir de contenidos superficiales y vacuos que no entretienen ni al más imbécil, que de seguro es incapaz de permanecer más de tres minutos atento a los superficiales contenidos que esta televisión sirve.


Podemos decir sin miedo a equivocarnos, que cuanto más tonto es uno, más posibilidades tiene de trabajar en esta televisión. Muchos de estos informadores tienen la absoluta convicción de que su éxito como dignos portavoces de la Opinión Pública Extremeña es ser el vehículo perfecto de la propaganda institucional enmascarada de información veraz pero...no les hables de crítica, de opinión, de comentarios, porque sus programadas cabecitas saben que se la juegan ante unos ladinos jefes que prefieren ignorar esta parte tan importante del verdadero periodismo, porque creen que les va a hacer daño. No ha habido pueblo en la historia que haya avanzado sin crítica. Seguramente en el momento que no existe, este pueblo y su historia tenderán a desaparecer, a quedar en el olvido...exactamente como pasa en Extremadura hoy.


¿Y entonces qué es lo qué es Canal Extremadura?


Una televisión anodina, elitistamente garrula, inopinante y superficial. Dirigida a manipular, usar y abusar de las grandes masas de televidentes extremeños (consumidores compulsivos de televisión) que ven cuatro gatos. Pero que forra de billetes al menos a otros cuatro pelotilleros sin más oficio ni beneficio que el de servirse a ellos mismos y a sus negocios. Que llega cruelmente al orgasmo ignorando o silenciando a los que piensan diferente.


Últimamente las cosas han cambiado algo entre la masa crítica extremeña, pero esto no va con nuestra TV regional a la que no le interesa evolucionar junto al pueblo al que debería representar. Podríamos hablar incluso de involución teledirigida dado su grado de interdependencia, adicción y fanatismo por los “destripaterrones” que nos gobiernan y la dirigen desde las sombras. Y que aburren a las cabras con su omnipresencia.


Esto hace que los periodistas y creativos se autocensuren constantemente y anden siempre pensando y midiendo lo que dicen o sesgando las noticias de las que torpemente se hacen eco por miedo a no agradar. A algunos incluso se les nota como dudan o les tiembla la voz cuando tienen que informar sobre hechos importantes o que les comprometan políticamente por su alto grado de veracidad con la desastrosa realidad extremeña. Hay una cosa muy importante que muchos televidentes, influidos por la fe ciega que en otros tiempos se le tenía a este monstruo cuadrado, no advierten. El silencio. No hablar de lo que no interesa. Hay pocas cosas que nos pongan de más mal humor como aquella frase que repetíamos de pequeños y que aún hoy escuchamos en boca de algunas almas cándidas: - Que sí, que es verdad, que lo han dicho hoy en la televisión. Hoy directamente desconfiamos por sistema de las mentiras que salen de ahí y de sus irresponsables.


Dan risa los bajísimos niveles de audiencia de esta televisión, que nació vieja y a imagen y semejanza de sus hermanas mayores. Quizá en lo único que ha superado a otras sea en los absurdos niveles de propaganda y censura. Y en usarla a la manera mala, a la manera que nos enseñó William Randolph Hearst: si no existe la noticia, invéntala o mejor, créala. Como por ejemplo ha sucedido con el evento propagandístico decimonónico de la convocatoria ciudadana extremeña promulgada recientemente por Guillermo y sus huestes. Si no existe sentimiento autonómico (porque nos la suda y nos es rentable seguir siendo los pobres paniaguados de España) inventémoslo para tener engañados al pueblo y mostrémoselo al mundo.


Una vez más, el tiro les ha salido por la culata al ver las huestes, la mayoría nostálgicos y hastiados jubilados engañados por bocadillos y excursión gratis, que consiguieron reunir el pasado 30 N en Mérida. Este evento también nos ha servido para medir el grado de vasallaje de la TV local, que en ningún momento ofrece un plano general del público para luego poder engañar a la audiencia con las cifras de asistencia. Lo del periódico Hoy y sus panegíricos tergiversadores de la realidad, ya es para mear y no echar gota oiga.


Alberto Casado y Antonio Marcelo Vacas Diciembre 2008

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